Tras la muerte física es natural para el alma seguir su viaje a través de experiencias como el túnel de luz que se ha demostrado en muchas investigaciones. Sin embargo, el alma no siempre se siente lista para seguir, se queda aferrada a nuestro mundo terrestre y termina siendo atrapada en el mundo humano aunque ya no le corresponde quedarse. Esto para su evolución de un lado, el alma ya no encuentra su sitio ni camino, y como ella es energía, se tiene que alimentar de la energía de las personas vivas que encuentra en su alrededor, lo que perturba y puede hasta deteriorar de manera importante la calidad de vida de la persona a la cual el alma se ha enganchado.  Aunque el proceso de subir en el mundo espiritual es natural en los dias siguiendo la muerte, despues de un tiempo el alma necesitara el ayuda de los seres humanos para guiarles de un mundo al otro.  Esto es la labor de los barqueros.