La simbologia y mensajes de Pascua

Cuando analizamos de cerca el simbolismo de lo que esta Semana Santa representa, vemos que es un verdadero regalo de renacimiento que recibimos cada año. La llamaría casi como una fiesta arquetipal, en el sentido de que las energías que la acompañan están a nuestra disposición para inspirarnos y ayudarnos en nuestra evolución. Por eso, está en nuestras manos invocarlas.

Aquí el simbolismo, versión Véronique ☺ “saber morir para renacer”

Jueves Santo – La última cena y la traición de Judas.

La unidad se rompe. Una parte de nosotros, del todo, decide hacerse solo caso a sí misma. Es nuestro ego, nuestra pequeña personalidad que se separa de la más grande para decidir controlar nuestra vida.

Viernes Santo – La cruz, el calvario y la muerte de Jesús.

Nuestro gran calvario durante nuestra vida en la tierra es nuestra conexión con quién realmente somos. Nosotros mismos, habiendo tomado la decisión de controlar nuestra vida, hemos entrado en modo de supervivencia, soledad, lucha, viviendo una vida a menudo depravada de verdadero sentido. Y con esta decisión de priorizar a nuestro ego, hemos crucificado nuestra patria de luz.

No obstante, tenemos la oportunidad de transformar esto tomando una decisión diferente. En vez de dejar morir nuestra parte divina, podemos no llegar a crucificar a nuestro ego y a lo mejor dejar que se detone. No se trata de matarlo, si no de transmutarlo. De matar a trans-matar a transmutar. Con compasión, perdonarle por no saber lo que hacía o porque no supo hacer mejor. Entonces, podemos darle un nuevo rol: el de servir a nuestro verdadero yo, a nuestra parte luminosa.

De viernes a domingo – transición

Decidir reencontrarse con uno mismo desde el corazón es la única decisión importante que tenemos que tomar en nuestra vida. Y también, es un acto de fe, con la ambigüedad de lo que eso significa. Es un dejar ir de verdad, dejar morir al anciano y a nuestro “pequeño yo”. Atención, no es necesario saber cómo hacer que esto pase para actuar en base a esa elección. Veo esto frecuentemente en mis clientes que tienen dificultades para dejar ir sus sufrimientos, no saben cómo hacerlo o cómo eso va a evolucionar. Yo también he conocido esto. Y la buena noticia es que no hace falta saber hacerlo para hacerlo. Decidiéndolo y dejándolo ir, diciéndole a vuestra sabiduría interior: “Me rindo, te toca a ti coger el relevo”. Así bien hizo Jesús riéndose y dejándose llevar por el Padre (la fuente divina, la inteligencia cósmica).

Estos tres días de Semana Santa son simbólicamente el retraso entre la decisión de dejar ir y el renacimiento. Permitámonos esta “tierra de nadie”, esta zona de “no sé qué es lo que va a pasar, pero sé que estoy en buenas manos” (nuestro verdadero yo). 

La Résurrection

Y sí, es la fiesta del resucitar en quienes somos realmente. Es permitir que el milagro se haga. Dejar ir al antiguo yo y permitirme ese renacer, dejarle coger su sitio, dejar que la luz reine en mí y en mi vida.

En el día a día, vais a notar un cambio, a veces más rápido que en 3 días. A menudo, un cambio de percepción, sentirse otro, aunque el mundo exterior no haya cambiado.

Dejar ir a nuestro “pequeño yo” también es una ocasión para descubrir quiénes somos realmente. Como nuestro ego todavía sigue allí, bien útil para gestionar nuestra vida humana y material, démosle este rol de diseñador, de jardinero, mucho más creativo que el de luchar para sobrevivir. Diseñar en servicio de nuestro ser profundo, de nuestra parte de luz. Mano a mano. La Pascua es una ocasión para reinventarnos. “¿Quién quiero ser el día de mañana?” – “¿Cómo me veo?” – “¿Cómo me sentiré?”.  Quien quiero ser en el mundo de mañana.  

Os deseo un bello renacimiento. Confiad a nuestra luz interior y permitidla de guiaros.

———- Paques 2018